Raíces cuenta a lo largo de sus cuatro capítulos la historia de varias generaciones de la familia Kinte. El joven Kunta Kinte es capturado como esclavo en su África natal y vendido en Estados Unidos donde comenzará una historia de superación y orgullo que inspirará a las siguientes generaciones de su familia que, pese a haber nacido lejos de sus raíces, intentan conservar intacta la semilla que Kunta plantó.
Uno de los mayores reclamos que se utilizó para vender la miniserie fue la participación de varios actores consolidados de Hollywood. En este sentido la serie resulta decepcionante puesto que las apariciones de Laurence Fishburne y Anna Paquin, por poner un ejemplo, son meramente testimoniales. Sin embargo, pienso que el mayor atractivo de la serie no es ese y que las actuaciones de todo el reparto son muy buenas demostrando que no se necesita recurrir a rostros conocidos para hacer producciones de gran calidad.
Por otro lado decir que, si bien eché de menos conocer qué había pasado con Kunta Kinte, agradecí que la historia recorriera varias generaciones de la familia Kinte puesto que nos ofrece un retrato de una familia con diversos miembros de personalidades muy distintas y también diferentes formas de enfrentarse a la esclavitud, aunque es cierto que el espíritu luchador de Kunta actúa como pegamento que mantiene unida a la familia, ante el objetivo último: la búsqueda de la libertad.
En resumen, una serie que disfruté, de la que agradecí que no extendieran la trama innecesariamente puesto que cuenta exactamente lo que debe sin caer en exageraciones y que me dejó ganas de probar el libro homónimo.
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