La película comienza con la lucha de Vera para entrar en la Universidad de Oxford apoyada por su hermano Edward y los amigos de éste Víctor y Roland, sobre todo éste último con quien entabla una estrecha relación. Sin embargo, el estallido de la I Guerra Mundial cambiará por completo las vidas de nuestros protagonistas, operando un cambio en ellos mismos.
En mi opinión, el papel de Alicia Vikander es perfecto. Encarna a una Vera fuerte, decidida, pero sobre todo, valiente a la que podemos ver luchar a pesar de todos los terribles acontecimientos que sufre en su vida.
La historia tiene esa belleza de las cosas tristes pero ante todo, la cruzada pacifista de Vera representa un mensaje de esperanza en medio de todo el horror de la guerra y la posguerra. No soy muy aficionada al cine bélico pero dicen que todas las películas de este género, en realidad, esconden un mensaje pacifista y de crítica de la guerra. Sin embargo, de las pocas que he visto ninguna me hizo cuestionarme tanto como el discurso final de Vera y es que, ¿acaso no somos todos seres humanos, padres, hijos, hermanos, esposos, por encima de nacionalidades, creencias, intereses políticos o ideológicos?.
Una película muy interesante y bella con una reflexión final muy poderosa.
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