¿Hablamos de series? Las cuatro estaciones de las chicas Gilmore

Muchos años después de la finalización de una serie que se instaló durante siete temporadas en muchos hogares llenándolos de ternura, risas, café y una forma muy peculiar de hablar y, sobre todo, de entender las relaciones familiares, Netflix lanza un "revival" o un "especial" compuesto por cuatro episodios de hora y media de duración cada uno donde volvemos a encontrarnos con todos los entrañables personajes que conforman el particular y único universo de Stars Hollow nueve años después del final de la séptima temporada.
Estos nueve años han pasado también en el universo Gilmore y el revival nos hace partícipes de un año en la vida de madre e hija y, colateralmente, de las personas que las rodean donde parece que han cambiado muchas cosas y, al mismo tiempo, ninguna.
Me gustaría destacar tres cosas de esta serie. En primer lugar, me gusta mucho el papel que le han dado a Emily Gilmore. Si bien al principio me parecía que tenía mucho peso en la trama, en detrimento de Rory y Lorelai, especialmente en el último episodio, al ver como se resolvía su trama, lo agradecí. Creo que se trata de un final a la altura de Emily (y también en cierto modo de Richard), manteniendo su esencia de mujer fría y dura pero también de persona que siente y sufre y que no sabe muchas veces como expresarlo. En segundo lugar, me gustó la evolución de Lorelai especialmente en los dos últimos episodios aunque si bien no comparto algunas de las cosas que hizo (como su "espantada") entiendo que Lorelai es así, y se la quiere o se la odia con sus virtudes y defectos. Sin embargo, demuestra que no es una mujer con miedo a cuestionarse a sí misma, a crecer, a evolucionar, a volver a sus orígenes si es necesario, con tal de alcanzar la felicidad. En último lugar, me gustó la situación por la que atraviesa Rory durante toda la serie. Rory, una chica que siempre lo ha hecho todo bien, la hija perfecta, la nieta perfecta, la amiga perfecta, la alumna perfecta, a la que todo le ha ido bien y que nunca ha tenido verdaderos problemas, se encuentra de repente desamparada, en un mundo hostil donde no se siente reconocida, vapuleada por la realidad y sin rumbo. Empatizo totalmente con esta Rory que intenta salir adelante dando tumbos y palos de ciego en un mundo que no tiene nada que ver con las felices promesas de su época de estudiante.
En resumen, ha sido agradable volver a este universo aunque fuese por poco tiempo y reencontrarme con estos viejos amigos y sus peripecias. No me importaría volver a hacerlo.