¿Hablamos de libros...? El profesor, de Charlotte Brontë

El profesor fue la primera novela escrita por Charlotte Brontë y, curiosamente, su última novela publicada. Fue rechazada por numerosas editoriales (como anécdota cabe decir que Charlotte utilizaba el mismo sobre para mandar el manuscrito a las diferentes editoriales, simplemente tachaba el nombre del receptor y escribía el nuevo nombre en su lugar 😁) en vida de la autora pero, tras su muerte, el marido de ésta intentó su publicación de nuevo y, bajo mi punto de vista, probablemente motivado por la fama de la autora, la novela finalmente vio la luz.
El profesor cuenta la historia de William Crimsworth, un joven inglés que, después de muchos avatares, comienza una nueva vida como profesor en Bruselas. Su experiencia en un nuevo país y una nueva ciudad, el choque cultural y religioso, su relación con alumnos, alumnas y directores de los dos centros en que trabaja son los ejes centrales en torno a los que pivota esta novela, en mi opinión bastante costumbrista y con un gran afán de describir la sociedad de la época.
La gente considera esta novela como la peor obra de la autora aunque tengo que decir que a mí me ha gustado bastante. He disfrutado más de su primera parte que de la segunda mitad, y los últimos capítulos se me hicieron un poco largos y pesados pero en general considero que el estilo de la autora es exquisito y sus personajes están muy bien construidos.
Tres personajes destacan por encima del resto: el protagonista, William Crimsworth, en mi opinión el mejor exponente de la maestría de la autora. Crear un personaje de esas características (varón, con una personalidad muy rígida y altiva) y hacerlo tan realista, no hace sino acrecentar mi admiración por esta autora; su amigo el señor Hunsden me parece un personaje muy atípico y original, un hombre que demuestra su aprecio a través del desprecio con una personalidad muy marcada y despreocupada y el contrapunto ideal a nuestro amigo Crimsworth; por último, Frances Henri, resulta una mujer que empieza muy tímida y apocada pero que sufre un despertar a la vida gracias a su profesor que disfruté mucho leyendo. Sin embargo, me hubiese gustado que la autora profundizase más en este personaje, creo que tenía mucho más que aportar a la trama con su personalidad que simplemente convertirse en la pobre niña desvalida rescatada por Crismworth.
Se trata de un libro muy bien escrito que, en general, resulta muy ligero y una lectura incluso absorbente en ciertos momentos de la trama. Quizá no lo recomendaría para empezar con la autora, pero desde luego es un imprescindible para amantes de los clásicos en general y de Charlotte Brontë en especial.